Ayer estuvimos como ponentes en la mesa redonda organizada con motivo de la XXIII edición de los Cursos de Verano organizados por la UNED en la Ciutat de Dénia.
El hecho de estar presentes en dicho curso fue una cuestión de última hora, e inesperada para nosotros, pero como dice el dicho valenciano, “pensat i fet”, pensado y hecho, así que no pudimos desaprovechar la invitación que nos hizo José Quintanal, codirector del curso, para poner en práctica nuestro compromiso personal en la difusión de la problemática de los niños y niñas disléxicos.
El curso ha sido un éxito en cuanto a la participación, formada sobre todo por profesionales de la educación, tanto de nuestra Comunidad como de otros lugares de España. Y aquí quiero destacar mi sincera admiración, por el interés demostrado en general a los problemas específicos de aprendizaje, pero más si cabe, por la dedicación y la vocación que se aprecia en ellos.
Cabe destacar la intervención de Fernando Cuetos, Catedrático de Psicología Básica de la Universidad de Oviedo. También la intervención de Cristina de la Peña. Psicóloga y especialista en neuropsicología, que nos ofreció una interesante intervención sobre valoración neuropsicológica, aportando ejemplos de materiales y baterías de tests que ayudan a los profesionales a diagnosticar las dificultades específicas de aprendizaje.
Más tarde, se realizó una mesa redonda moderada por José Quintanal en la que intervinimos Paloma Tejeda Navalón, profesora Titular de Educación, Vocal de la Universidad Autónoma de Madrid, José Server Bañuls, director del Servicio Psicopedagógico y orientador de IES de Oliva, y Manuel Escorial presidente de AVADIS.

De esta mesa redonda destacamos la intervención de Paloma Tejeda que abrió una ventana de aire fresco a muchos de los planteamientos y reivindicaciones de muchas personas comprometidas con la dislexia y los problemas de aprendizaje.
Por parte de los asistentes se realizaron consultas, muchas de ellas relacionadas con los problemas con los que los profesionales se encuentran en las aulas de manera cotidiana, y aún están por resolver por parte de la administración, o por la especificidad del sistema educativo.
En nuestra intervención hablamos de los problemas de los padres con niños y niñas disléxicos; de las múltiples definiciones de la dislexia; de aquello que realmente no es dislexia, como trastorno, enfermedad, síndrome, disfunción, discapacidad… de que queremos una escuela inclusiva. También de la comorbilidad, es decir, de que además de dislexia, en la mayoría de los casos también se observan otros DIS. De que además de los problemas propios del entorno académico, también la dislexia conlleva timidez, falta de autoestima, de problemas de relación con los demás, de depresiones y del carácter disruptivo de los niños.
Otra de las cuestiones tratadas fue el sentimiento de culpabilidad de muchos padres; por tener niños “diferentes”, -que no lo son en realidad- por hacer caso a propuestas poco adecuadas con la dislexia; por las continuas riñas, y no dar tiempo al niño a ser niño, a jugar, a correr y a aprender.
Concluimos nuestra intervención presentando el recientemente publicado libro de Francisco Martínez, “El reto de la dislexia. Entender y afrontar las dificultades de aprendizaje”, libro, en el se puede abundar en aquellas facetas que la dislexia puede presentar en el entorno familiar.
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